Se-disparan-las-negligencias-médicas:-Acción-de-responsabilidad-Juan-Ignacio-Navas-abogado-especialista-en-negligencias-médicas

En los últimos años se están disparando las denuncias a profesionales médicos, derivado ello- normalmente- por diagnósticos erróneos que terminan de la peor manera posible.

El resultado de estas denuncias puede terminar de diversas maneras: sin perjuicio de una responsabilidad civil que normalmente pagará el seguro del profesional médico, éste ultimo puede incurrir en un delito y ver su libertad privada, además de una posible inhabilitación como profesional.

Si bien es cierto que la profesión de medicina es una profesión que no se puede garantizar (en este sentido podemos simpatizar ya que los abogados tampoco podemos llegar a controlar la estimación o desestimación de una demanda en un procedimiento judicial), sí es tiene la obligación de actuar con una cierta diligencia y acorde a la deontología propia de la profesión.

Lo cierto es que el ámbito de la salud es uno de los más sensibles e importantes en nuestras vidas, por ello, los protocolos de actuación son tan estrictos en cuanto a los métodos y prácticas médicas.

Pero, como hemos dicho, y hasta que no sea un robot el que haga un pronóstico médico (cosa imaginable teniendo en cuenta la velocidad de crucero que estamos tomando en cuanto a las nuevas tecnologías se refiere), a veces se puede fallar, y con ello, producir negligencias médicas que pueden marcar la vida y carrera de un profesional médico.

Las negligencias médicas más comunes

Entre las causas más común de negligencias médicas podemos numerar, a modo de ejemplo, las siguientes:

  • Imprudencia médica: un profesional médico puede incurrir en una imprudencia cuando actúa de forma temeraria o confiada en relación al cuadro médico que presenta el paciente. Se produce una imprudencia, por ejemplo, cuando un profesional tiene la percepción de que las complicaciones que pueda tener un paciente, en cuanto a graves, no crea que vayan a acontecer.
  • Error en el diagnóstico: es una de las negligencias médicas más comunes, y ocurre cuando un profesional medico no ha usado todos los medios e instrumentos posible para dar con el diagnóstico que tiene el paciente. Se trata aquí de valorar la “perdida de oportunidad”, es decir, si como consecuencia del retraso en el diagnóstico, ya no se puede aplicar un tratamiento que, de haberlo sabido, se hubiera aplicado.
  • Error en la intervención quirúrgica: no existe duda alguna de que una intervención quirúrgica es un tema muy sensible. Las personas suelen pasar por quirófano, generalmente, si no tiene más remedio su diagnóstico, y desde el momento en que se entra en la Sala, el paciente está -literalmente- en las manos del médico /doctor. Antes de entrar, también, se debería informar de los riesgos, y se le hace firmar un documento de asunción al cliente, ya que nunca se sabe qué puede pasar. Al margen de estos riesgos, sí hay que tener en cuenta que pueden producirse otros riesgos como pueden ser, por ejemplo, un daño de nervios durante una intervención: el típico ejemplo en el que el medico o alguien de su equipo se deja uno de sus instrumentos quirúrgicos dentro del cuerpo.
  • Error en cirugía estética: otro tipo de negligencia viene determinado por las operaciones de cirugía estética. Aquí el profesional médico se obliga con su paciente a un determinado resultado físico, por lo que el no conseguirlo- o causar un daño durante la intervención. Este es el campo que más reclamaciones tiene, normalmente debido ello a la cantidad de “falsas clínicas” con personal no cualificado que se publicitan.

En caso de que se haya sufrido una posible negligencia médica, deberá en primer lugar, ser valorada si reúne todos los requisitos legales para poder ejercitar una acción legal pertinente.